Recuerdo primi(genio)

I

El niño observa aburrido
cómo su mejor amigo
le da un coletazo
al pelotudo dialado,
éste se enoja
desesperado pide ayuda
pues no es nada fácil
estar conformado
por centenas de pelotas
de colores
y encima ser coletiado
por un lagartijo cualquiera,
como si fuera así de sencillo
reconstruirse de nuevo.

II

Usualmente el niño,
después de destornillarse
carcajiando por el suelo,
recolecta las pelotas
y vuelve a dar forma
a su amigo Glunglún.
Pero esta vez el niño
sólo observa aburrido
y recuerda el regocijo
que sintió aquel otro día
soleado y de fiesta
en un hotel con alberca.

III

En realidad desde entonces
de noche y de día
el niño sólo sueña
con revivir la experiencia
de sumergirse en el agua
de pies a cabeza.
Se levanta
deambula por la casa,
lo que no daría por unos globos
o una pistola de agua,
buscando una excusa para bañarse
por cuarta vez en el día,
pero no es lo mismo
se dice;
él lo que busca es la profundidad,
flotar a la deriva
como cuando antes de todo.

IV

Mientras tanto la madre duerme
con la tele encendida,
no se entera de nada
hasta que suena el timbre
y despierta;
es el vecino que ya casi no ve:
sería usted tan amable
de ayudarme a encontrar
mis chingadas llaves,
por el silencio deduce
que su hijo duerme
y sale a ayudarle
al vecino que ya casi no ve.

V

Pero el niño no duerme,
qué va,
si toda su atención está puesta
sobre un solo objetivo:
alcanzar el lavadero
y meterse a nadar;
para ello es que ahora
recolecta cajas vacías
de cocas y manzanas,
las acomoda a manera
de escalones
y muy contento abre la llave
izquierda.

VI

La dicha, la realización,
los pies chapoteando
y la sonrisa del niño
se van al carajo
a medida que el bóiler,
que está justo al lado,
se va calentando
hasta que el plástico
de las patas de gallo
se funde con la tierna
piel de los pies del niño.
Un subconsciente instinto de supervivencia
le impide saltar al suelo
y partirse la cabeza,
sólo grita
clama ayuda;
su mirada mojada perdida en el cielo
y sus pequeños dedillos
perdiendo la forma.
Ahora el niño llora
mas su alma
más despierta que nunca
está emocionada
y finalmente bautizada.