sábado, 6 de junio de 2009

El muy sano ejercicio

El muy sano ejercicio de correr las cortinas
de la realidad
de vez en cuando
y así encontrarse
con uno
y de paso
la venida de los Dioses
en los labios mágicos
de una venadita que hace llover
y de paso
llorar
y de paso
el eco de una serpiente en espiral
que se repite de piel, piel;
el sonsonete activo
de una lengua bípeda
que te acaricia los nervios auditivos
como relámpagos al sol
como millares
y de paso
medusas caen
burbujeantes de felicidad
y rezos antediluvianos,
carismáticas al rozar
cada fibra a flor de piel
y al colorear los bordos espacios
de un verano que nunca terminó
de terminar
y de paso
el caer de mandíbulas y sílabas y boca
ante un frío envolvente
de átomos y átomos de espacio
entre cada luna
entre cada preciso momento
de eternidad distorsionada
y de paso
el azogue de veintiunmil
puntos repentinos de luz
contra el espejo retrovisor
de una vida
que vemos
pasar
interestelarmente,
cuando de paso
el paso frenético
que se da siempre antes de
cada salto al vacío.

3 comentarios:

alejandra dijo...

poeta
sabes que te busco desde antes de existir y tus versos me lo confirman cada vez que los leo

Nayeli G dijo...

Muy buen poema, me gustó mucho la repetición de "y de paso" y el principio que usa el cliché y lo rompre. Saludos!

Unknown dijo...

el encierro no me deja existir, pero soy la ultima luz que mira tu ventana.
he cambiado mi nombre para burlar la muralla que se derrite por la noche, cuando el doctor Hoffmann enferma de muros