Escaleras abajo
en la comodidad de su sótano
se oye agua que cae,
cuando en realidad cae yeso
y entre su polvo palabras;
perfume de pétalos en la espalda.
El agua que antes se oía
ahora escribe premeditada
pequeños charquitos de humedad
que en Fa ya se chupa la aridez
del cemento,
mas el mensaje queda rebotando vivo
en cada cabeza o alma de espectador.
Lo que no rebota son nuestros sueños,
se quedan pegados al techo,
húmedos de colores
gotean ojos, oreja y nariz,
salpican plegarias.
Ángeles idos nos abren el paso,
a manera de broma
interpretan humanos con tal de
vernos sonreír;
ora arengan trozos de poesía,
al ruidunísono todos a la vez,
ora corean espacios blandos
confrontando posibilidades y gustos musicales.
Fuera zapatos,
después la merienda,
luego un momento introspectivo de comunión
presidido por una angelita que no habla
mas observa todo.
De despedida una ducha de espíritu,
un gracias por venir
vuelva pronto y hasta nuevo aviso.
2 comentarios:
Ayyyyyyyyy!!!! qué sorpresa igual.
beeeeeesos
te cuento.
llegué a la famosa sociedad de escritores.
un sol de mil rayos.
fácil, perdí pigmentación en la piel antes de que me abrieran la puerta.
creo que lo del libro, va mal. muy mal.
=(
pero tu sigues escribiendo. y eso es excelente!
saluditos. pa cuando vaya al df hay que jugar xbox jojo. o bien, ir por la pizza y unas chelas.
cuídate lalo.
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